miércoles, 24 de noviembre de 2010

Para empezar bien la mañana del 23...

Como cada día normal y corriente, suelo subirme al autobus blanco pequeño, después llegamos los primeros al instituto; además para no pasar frío, hay un radiador en el que pasamos yo y otras chicas más los minutos restantes para que empiecen las clases.

Ayer exactamente no pasó lo dicho.

Todas en el radiador, hablando y de repente un golpe seco.

Miré a mi izquierda, vi a dos de ellas riendo por lo bajo, a una en el suelo y su compañera intentando levantarla.
Cuál fue mi sorpresa, después de haber pestañeado varias veces que no respondía.
_¿Qué le ha pasado?-pregunté nerviosa, mientras retiraban el banco y hacían hueco para levantarla.
_¡Qué se a mareado, corre ves a llamar a la Merce!- me contestó.
Sentí como un dolor punzante atacaba en ese preciso instante mi rodilla derecha , "ahora no"; pensé. Y corrí hasta conserjería.

_Mercedes, corre , ven. ¡Qué se a desmayado una chica!

Tras una breve pausa para explicaciones, seguímos hacía delante.
El banco ya estaba completamente en mitad del pasillo, con la chica tumbada en el, y mucha gente a su alrededor.
En mi ausencia había pasado lo siguiente: decían que se había tragado el chicle, y al intentar sacarlo... bueno, dígamos que no salió bien del todo, creo que se va a quedar ahí para la eternidad y el recuerdo.
Mire a las demás chicas (tres) unos lagrimones salían de sus ojos, y una más se unió al "club" abanicando a la chica yaciente en el banco.
Apareció mi profesora de francés y nos ofreció una tila... después de la hora de inglés en otro "Mundo", fue más tranquilo el día.
Luego en el autobús eran todo risas y bromas... pero el susto no nos lo quita nadie...¡y a mejorarse!

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