Después de que todos los seguidores nos quedáramos
anonadados el jueves 12 por la noche, al poco tiempo de que terminara el capitulo 99 anunciaban un concurso,
y no uno cualquiera… ¡asistir al preestreno del capitulo 100 con los
protagonistas y visitar los estudios de grabación!
No lo dudé ni un momento, enseguida empecé a darle al magín,
buscaban maneras originales de felicitar a nuestro águila por los 100
capítulos. El último día del plazo hice mi participación, siendo consciente de
lo difícil que sería ganar y el elevado nivel de los demás fans que habían
participado, la verdad es que no lo hice muy convencida, pues siempre
participio en los demás concursos y acabo sin llevarme nada, pero esta vez iba
a ser diferente…
El lunes transcurrió como todos los días, entre bostezos y
miradas impacientes al reloj para ver cuanto quedaba para que terminaran las clases;
fue en el trayecto de autobús de vuelta a casa, mientras le preguntaba a mi
madre que íbamos a comer cuando me llegó un mensaje directo a Twitter: Estimado usuario/a. ¡Felicidades! Has sido
seleccionado para asistir al… ya no leí más, me puse como loca. ¡Madre mía,
no me lo podía creer! En cuanto llegué a casa, corriendo y emocionadísima mandé
todos mis datos y esperé con impaciencia a que me contestaran con toda la
información, parecía que en cualquier momento me fueran a contestar que se
habían equivocado, que yo no era una de esos 20 seleccionados…
El martes se hizo eterno, y parecía que iba a ser verdad,
que había ganado. Esa noche me dormí con una sonrisa enorme en el rostro y en
el corazón.
Por fin llegó el deseado miércoles 18 de Noviembre, día que
jamás olvidaré en mi vida. Me levanté temprano, para preparar las cosas y que
no se me olvidara nada.
Un bocadillo de tortilla (rico, rico y con fundamento) para
comer y antes de las dos, mi padre y yo poníamos rumbo a Madrid. Al metro, un transbordo, bajar una calle,
cruzar un paso de cebra y… bajo la sombra del Pirulí vimos a un grupo de
personas, parecían sentir lo mismo que yo. Después de que nos pasaran lista, el
viaje en autobús se nos hizo corto, no parábamos de hablar, parecía que nos conociéramos de toda la vida.
Entre todos los materiales que tenían, se encontraban las
katanas (que Mar y yo no dudamos en coger) que después no tardaron en
recogerlas jaja…

Tuvimos un primer encuentro con David muy divertido en el que nos prometió que más tarde nos veríamos, después nos enseñaron los camerinos, vestuarios, peluquería y maquillaje, todas las pelucas que usan… y nos contaron algunos de sus secretillos sobre los efectos especiales de la serie.

Y después, nos fuimos al Palacio de la Marquesa de Santillana (única estancia que se puede convertir en más de 10 habitaciones diferentes (la magia de la televisión), lugar que habilitaron para poder ver el capitulo 100.

Este capítulo tan especial creo que nadie de los seguidores se lo imaginaba así, yo pensaba en él como algo muy trágico o muy feliz, llorando a moco tendido, incluso el final de la serie, y lo que nos encontramos fue un capítulo divertidísimo.
Comenzaba como cualquier otro, parecía que iba a seguir la
trama del siguiente, con la dispidida de soltero que le ha organizado Sátur a su amo, pero la caída del niño chino que dan cobijo en su casa ha caído en una sima (o pozo ¿?), mientras el maestro va en busca
de una cuerda, Sátur para tranquilizarlo (len
chin) empieza a contar una historia, y ahí comienza el cuento.
Entre clarísimas influencias de Tim Burton, La Princesa
Prometida, Alicia en el país de las maravillas, El Gran Dictador y hasta El Señor de los Anillos, este estrambótico
capítulo es un cuento crítico en el que se hace una metáfora sobre como la
sociedad ha cambiado. Transcurre en un mundo idílico, imaginario, en el que
todos son inocentes, sonrientes, porque en ‘La Comarca de la Felicidad’ todo es
perfecto, y todos los días son felices, hasta que todo cambia por culpa de un
pastelero...


En el capítulo a parte de las situaciones inverosímiles
(vacas rosas, televisores…) también hay cabida para guiños al espectador fiel
de la serie desde el principio.


A la izquierda la escuela, y más adelante la Iglesia, y
siguiendo te encuentras con la calle que se extiende delante de ti, todos
maravillados no parábamos de mirar a nuestro alrededor, parecía mentira que
estuviéramos allí.
Recorrer aquella calle parecía más parte de un sueño que de
la realidad.

Casi con lágrimas en los ojos, llegué a las escaleras de la casa de Gonzalo de Montalvo y me senté, sin dejar de mirar...
La calle de mi serie favorita, de la que llevo tantísimo
tiempo siguiendo, con la que he crecido… y ahora estaba allí, palpando con mis manos lo que tantas veces he visto a través de una pantalla.
¡Cuántas emociones! Y
es ahí, en el interior de la casa de Gonzalo, donde estaban él (David Janer) y
su hijo Alonsillo (Guillermo Campra).
Subir las escaleras, un vistazo rápido a la cocina (con
sillas de plástico de Coca-Cola), el salón, sentarse en la cama de Gonzalo (muy
blandita, por cierto)…


De todo este viaje increíble, me quedo con la amabilidad y
la paciencia de David y Guillermo, gracias por atendernos a todos con una
sonrisa pese al cansancio, ha sido increíble poder conoceros.
También millones de gracias a mi padre, por llevarme y
acompañarme en todos los líos en los que me voy metiendo.
Y con toda la gente
que he conocido, del País Vasco, Alicante, Madrid, Cádiz…

‘Todos nuestros sueños pueden volverse realidad si tenemos
el coraje de perseguirlos’, nosotros hemos tenido el coraje de perseguirlos, y
hemos conseguido cumplirlo, aunque todavía no nos lo creamos.
Y, como no, felicitar a nuestro Águila por sus 100 capítulos, a los actores que hacen ese maravilloso trabajo y al equipazo que hay detrás, que trabajan muchísimo para que todo sea posible y salga genial. ¡Felices 100 , que sean muchos más!
Y, como no, felicitar a nuestro Águila por sus 100 capítulos, a los actores que hacen ese maravilloso trabajo y al equipazo que hay detrás, que trabajan muchísimo para que todo sea posible y salga genial. ¡Felices 100 , que sean muchos más!
¡BIBA ÁGUILA ROJA!
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